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CLAVES DE LA PRÁCTICA TAI CHI

 

Una de las primeras ideas que me gusta trasladar a los alumnos principiantes es que el Tai chi no es fácil, aunque inmediatamente después añado: “pero tampoco es difícil”.

 

Con esta frase quiero dejar claro que el tai chi terapéutico requiere constancia y estudio por parte del alumno  pero que al tratarse de una actividad suave, relajada y adaptable a cualquier condición física, puede ser aprendida y realizada por cualquiera que se lo proponga.

 

 Las dos primeras claves en el aprendizaje del Tai Chi son la práctica diaria y la paciencia. Practicar cada día integrando lo que ya sabemos con lo nuevo que vamos aprendiendo es la única manera de progresar y aprovechar todos los beneficios de este arte. Si solo practicamos en clase, es fácil olvidar los detalles de un día para otro y estancar nuestro avance.

La paciencia es la segunda clave del aprendizaje. Debemos ser conscientes de que necesitaremos unos meses para asimilar los distintos conceptos con los que iremos trabajando: coordinación, equilibrio, relajación, etc. Se trata de comunicarnos con nuestro cuerpo de un modo poco habitual y es necesario un tiempo de adaptación para empezar a integrar los distintos aspectos que intervienen en la práctica.

 

Principios fundamentales del entrenamiento

Antes de empezar a movernos debemos asegurarnos de que el cuerpo está en una postura estable, con el equilibrio en el centro. A continuación relajamos la mente y relajamos el cuerpo, lo cual significa eliminar los pensamientos innecesarios y soltar toda tensión física del cuerpo utilizando la fuerza justa para mantener la posición. A partir de este momento estaremos listos para la ejecución de los movimientos.

 

Tai Chi exige una conexión total de cuerpo y mente, para lo cual es primordial tener presente que los movimientos deben ser ordenados por nuestra mente y dirigidos por la cintura y la columna vertebral.

 

Igualmente importante es la relajación del cuerpo, lo cual se corresponde con que no debemos expresar tensión al realizar nuestros movimientos pues la tensión consume energía y esto es completamente opuesto al objetivo de la práctica diaria: almacenar y nutrir el qi. Además, es preciso practicar con la mente relajada de modo que podamos hacer circular el qi y aprovechar esa circulación para mover las partes del cuerpo implicadas.

 

Cuando nos enfocamos en esta coordinación de mente y cuerpo,  nuestra cintura y columna vertebral se mueven en completa conexión con nuestros brazos y piernas formando una unidad completa que expresa la armonía de lo externo e interno.

 

Todos los movimientos deben empezar desde lo interno y luego alcanzar lo externo. La mente es el director de lo interno; cintura y espina dorsal son las claves de lo externo.

 

Hecha esta introducción, paso a describir lo que considero los principios fundamentales en la práctica del Tai Chi:

 

Movimiento Circular y Espiral

Todos los  movimientos  de Tai chi son circulares y espirales; la circularidad del tai chi se corresponde con la estructura del cuerpo humano, y permite movimientos continuos. Los movimientos espirales del tai chi funcionan en consonancia perfecta con todos los sistemas del cuerpo porque el Chi se mueve en espiral por nuestro organismo. Mediante el giro de cintura de lado a lado se propaga la energía en un camino ascendente. Los movimientos de giro y espiral que realizamos con el torso producen gran cantidad de chi que fluye por el cuerpo, hasta llegar a manos y muñecas donde la energía se mueve en espiral hacia dentro (yin) y hacia fuera (yang). Esto deshace los bloqueos de los meridianos en un instante y hace el cuerpo muy saludable.

 

Lentitud y Sincronización

Al practicar las posturas, cuanto más lento nos movamos, mejor es el resultado. Es importante realizar los movimientos lentamente, para que podamos comprender mejor el significado de los mismos. Practicar lentamente ayuda a regular la respiración permitiendo que se haga más profunda y larga, facilitando así que el chi se hunda en DanTien y evitando que se acelere el pulso. Practicando de esta manera también se evita el fallo de llevar peso a la parte superior del cuerpo.

La lentitud ayuda a que entremos en un estado meditativo que nos servirá para tomar una mayor consciencia de nuestro cuerpo, incrementando así  la conexión cuerpo-mente. Cuando la forma se ejecuta lentamente el chi fluye al unísono con los movimientos, energizando el cuerpo por completo.

Sincronización es también crucial en Tai Chi. Cada parte del cuerpo debe moverse en concierto con el resto. Esta "conexión" entre las partes del cuerpo es necesaria si uno quiere experimentar los beneficios del tai chi por completo.

 

Relajación (Sung)

Sung es la palabra china que define el relax físico y mental completo. Los músculos, tendones y ligamentos, las articulaciones en la espalda, hombros, cuello, manos y piernas, y en el resto del cuerpo deben estar relajadas. En consecuencia, la mente también debe estar en profundo relax (sung), o sea sin pensamientos. Cuando todo está relajado, las manos se mueven independientemente de los pies, y cada mano y cada pie independientemente de la otra mano o del otro pie. De manera que cuando uno se mueve, cada articulación se hunde con el peso del cuerpo y después vuelve a elevarse. Cuando el cuerpo se mueve sin esfuerzo y sin pausa el Chi se mueve libremente.

Si no hay Sung, el tai chi pierde su esencia, se convierte simplemente en un movimiento físico más, como los que la gente hace en la vida cotidiana.

Cuando mente y cuerpo están en sung, hay mucho más Chi, y el cuerpo se vuelve más flexible, elástico y resistente. En sung es fácil hundirse en la postura y que todas las articulaciones se abran. El centro de gravedad es más bajo, lo que redunda en mayor estabilidad y equilibrio físico y mental.

 

 

Enraizamiento

El enraizamiento es uno de los aspectos más significativos de la práctica Tai Chi. Se refiere a la idea de que los pies están enraizados dentro de la tierra, con el peso del cuerpo físicamente hundido. El cuerpo debe estar sung y el Chi debe estar hundido en DanTien de manera que la energía generada desde los pies pueda ser transferida al tronco. Cuando uno está enraizado, el tronco está vacío y la parte inferior del cuerpo, llena. Con el cuerpo entero conectado, esta polaridad vacío/lleno genera gran cantidad de energía.

El Enraizamiento contribuye a proporcionar equilibrio, y por tanto energía. Por ejemplo, cuando el cuerpo está enraizado se puede permanecer en una sola pierna para elevar la otra y dar una patada lentamente – uno siente que la pierna podría estar suspendida para siempre, y que puede bajarla sin prisa porque el equilibrio es perfecto, las articulaciones y distintas partes del cuerpo actúan como una sola

 

Os dejo algunos ejercicios que ayudan a desarrollar el enraizamiento:

 

  • Permanecer de pie en postura estática durante largos períodos de tiempo cuidando de que el cuerpo esté bien alineado.

 

  •  Cambiar el peso de una pierna a otra. Se mueve la raíz del cuerpo de una pierna a otra, sintiendo como pasa por el sacro y llega a la pierna receptora, bajando después hasta la planta de los pies y hundiéndose en la tierra. En la ejecución es fundamental la relajación de músculos y tendones, así como  poner cuidado en no elevar el cuerpo al cambiar la raíz. Cuando el peso está en una pierna, la estructura del cuerpo queda naturalmente alineada con esa pierna.

 

  • También se puede practicar la “caminata Tai Chi”, sin usar las manos. Debemos estar relajados y avanzar lentamente con el fin de sentir el hundimiento del Chi y del propio peso en DanTien.

 

 

Dirigir desde la Cintura

La cintura recibe la energía de enraizamiento desde la tierra y las piernas, y la transfiere al tronco. La cintura usa esa energía para generar una fuerza centrífuga y centrípeta que gira el torso de un lado a otro. Este trabajo de la cintura también libera una tremenda cantidad de chi desde el Dantien que después fluye por el cuerpo. Cuando realizamos las formas de Tai Chi integrando energía y movimiento mediante el movimiento de la cintura,  podemos notar en nuestras manos y dedos la manifestación de esta energía.

 Si otra parte del cuerpo distinta de la cintura dirige los movimientos, entonces estos quedan partidos, la energía muy disminuida, y los beneficios para la salud, perdidos.

 

Unificar las partes superior e inferior del cuerpo

Cuando están conectadas las partes inferior y superior del cuerpo, todo él se mueve como una unidad: el movimiento de las piernas está coordinado con el movimiento de los brazos, los codos coordinados con las caderas, y los pies coordinados con las manos. Cada parte del cuerpo está sincronizada con todas las demás partes, de tal modo que el movimiento del brazo debe iniciarse desde el centro del cuerpo y así el movimiento del brazo está conectado con el movimiento de las otras partes del cuerpo.

Cuando presionamos el suelo con la planta de los pies, la energía inicia su movimiento en el punto de acupuntura llamado “pozo burbujeante” ( K1 ), situado inmediatamente debajo de la almohadilla del pie, se mueve a través de los muslos, es dirigida por la cintura, asciende por el tronco y se expresa en manos y dedos. Si este camino del  qi está fragmentado, pierde la continuidad, la energía de torsión del movimiento de rebote se dispersa y el chi no fluye libremente. Para aumentar la energía interna de la cadera y cintura deben moverse medio segundo antes que la parte superior del cuerpo, y permanecer unidos, de modo que la energía obtenida sea transferida al tronco. Además, moviendo la cintura medio segundo antes que el tronco, se masajea el diafragma y los órganos internos.

 

Continuidad

En Tai Chi cada movimiento debe estar conectado con el siguiente, lo que significa que cada parte del cuerpo está unida a otra posterior y ha sido activada por otra parte que se movió antes. Esta secuencia inicia una suave ola de energía a través del cuerpo,  creada por el ritmo del movimiento y las circunstancias en las que cada parte del cuerpo se alinea y se une a las otras partes. Cada movimiento empieza en los pies, sube a través de las piernas las cuales hacen rotar la cintura que, a su vez, hace rotar las costillas, las cuales mueven los brazos y llega hasta las manos donde termina el movimiento actual y se inicia el siguiente movimiento mediante un cambio de peso de una pierna a otra para comenzar un nuevo ciclo. Cada movimiento de Tai Chi está conectado con el siguiente de modo que la ejecución de la forma es una sucesión ininterrumpida de posturas en la que el cuerpo nunca deja de estar en movimiento hasta llegar a la postura de cierre que señala el final de la forma.  

 

Evitar el Doble Peso

Los movimientos Tai Chi no deben caer en el doble peso; esto es tener el cincuenta por ciento del peso del cuerpo en una pierna y el cincuenta por ciento en la otra. Siempre debe haber más peso en una pierna que en otra, en una proporción del 70% - 30%, o el 100% en una sola pierna, como ocurre en la patada y otras formas, así como en los movimientos de transición. Cuando se tiene el 100% del peso en una pierna se le llama “llena” y la pierna sin peso se nombra como “vacía”. Así debe distinguirse el lleno del vacío en los movimientos Tai Chi. Las palabras "lleno" y "vacío" también se definen como "sustancial" e "insustancial". En Tai Chi cuando el peso del cuerpo está cambiando constantemente de una pierna a otra, manteniendo la proporción de 70%-30% da lugar al flujo natural de los movimientos. El doble peso, sin embargo no producirá un flujo suave de chi y de movimiento a través del cuerpo, y así la agilidad se verá disminuida. El Doble peso deber ser evitado también en las manos, sobre todo en los practicantes avanzados.

 

Progreso continuo

Llegará un momento en que  nuestros pasos se parezcan al caminar de un gato y nuestro movimiento sea continuo como el fluir de un río. En ese momento, el qi circulará por nuestro cuerpo al unísono de los movimientos, de manera libre y continua, energizando todo nuestro organismo y eliminando estancamientos y bloqueos de energía en los meridianos. Pero este momento no es el final de nuestro aprendizaje sino que a partir de aquí empezamos a progresar en el conocimiento de la energía vital y a trabajar y experimentar con ella dando comienzo a un largo camino de progreso y satisfacción.

 

Clave Principal

Esta es la clave principal: Todo el conocimiento y el progreso en nuestra práctica debe surgir de forma natural. No debemos intentar controlar todos los detalles desde el principio sino ir adquiriendo habilidad en cada aspecto fundamental hasta tener una  base mínima que nos permita explorar la siguiente etapa de conocimiento.  Hay que incorporar en nuestro propio sistema de aprendizaje los principios del tai chi: ausencia de tensión, continuidad, lentitud, fluidez.  

 

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