

Los Tres Tesoros
esencia
energía
espíritu

Trabajando con la energía
Practicar Qi gong es beneficioso siempre, ya sea que se realice un ejercicio aislado o que se ejecute una forma o brocado completo de principio a fin. Sin embargo, para obtener el máximo rendimiento de una clase o sesión de entrenamiento es altamente recomendable que la misma se desarrolle siguiendo una secuencia en la que los ejercicios se sucedan en un orden lógico atendiendo a los distintos propósitos que persigue cada uno de ellos.
En mis sesiones Qi Gong siempre comienzo con una meditación de 3 a 5 minutos de duración que sirve para que los estudiantes realicen una transición suave desde el estado mental que mantenemos en nuestro quehacer diario hasta la especial disposición de consciencia que requiere el desarrollo de la sesión Qigong.
Después de la meditación inicial, la clase se desarrolla siguiendo el patrón clásico de trabajo con la energía Qi que consta de las cinco fases siguientes:
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Calentamiento
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Limpiar bloqueos y estancamientos
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Recargar y circular Qi
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Equilibrar Qi
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Conservar Qi
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Calentamiento
En Qi gong trabajamos con la energía, tanto interna como externa, y los ejercicios preliminares, o de calentamiento, ayudan a aquietar la mente y a preparar el cuerpo para la circulación interna de chi y para su intercambio con el entorno. La atención de esta primera etapa se pone en soltar tensiones mentales y musculares, abrir articulaciones grandes y pequeñas, y regular la respiración haciéndola más calmada y profunda; en definitiva, acondicionar el cuerpo y la mente al tipo de actividad que vamos a realizar...

Limpieza
En la fase de limpieza se busca eliminar bloqueos y estancamientos de Qi que suelen producirse por diversas causas: físicas, emocionales, mentales y espirituales. Esta etapa de la sesión Qigong es obligatoria antes de pasar a las siguientes de recarga y equilibrio ya que cuando existen bloqueos en la circulación de Qi es contraproducente recargar nueva energía pues lo único que conseguiríamos sería incrementar la cantidad de Qi estancado. Por tanto antes de acumular nueva energía, es preciso limpiar los canales y órganos por los que va a transitar.
Dentro de los variados ejercicios que se realizan en la fase de limpieza, no quiero dejar de mencionar el famosísimo Ejercicio de los Seis Sonidos Curativos como forma de limpieza y desintoxicación de los órganos internos a través de las vibraciones de la voz
Recargar y hacer circular Qi
La etapa de recarga incrementa el volumen de energía y hace que el flujo de Qi dentro del cuerpo sea más fuerte. Cuanto más refinada sea la realización de los ejercicios, mayor flujo de energía notarán los estudiantes.
En esta etapa se combinan posturas estáticas con ejercicios dinámicos. En las posturas estáticas es la mente quien genera chi mediante la concentración en las zonas Dan tien y riñones, estimulando la conversión de esencia Jieng en energía Qi y haciéndola bajar de los riñones a Dan tien. Los ejercicios dinámicos dirigen el Qi desde el interior hacia las extremidades y a la superficie de la piel, utilizándose para este fin movimientos lineales, circulares, torsiones de la espina dorsal, y espirales.


Equilibrar Qi en el cuerpo
En esta fase de la sesión el objetivo perseguido es mover el qi a través de todos los meridianos y vasos energéticos, de manera que el flujo de fuerza vital se reparta por todas las zonas de nuestro cuerpo y lo haga equilibradamente. También se equilibra e integra el campo energético corporal con los flujos de qi terrestre y celeste que nos circundan.

Conservar el Qi
La sesión finaliza con una meditación en la que el practicante guía hacia Dan Tien inferior, la energía que ha estado generando y moviendo anteriormente. En este centro energético el qi queda almacenado para su uso posterior.
Bajo mi punto de vista, este momento de cierre es uno de los más gratificantes de la sesión Qi Gong.

Se incluyen movimientos amplios que dirigen el qi en todas las direcciones: de izquierda a derecha y viceversa, de delante hacia atrás, y de arriba abajo. Frecuentemente se trabaja el cambio de peso de un lado a otro del cuerpo para ayudar a conseguir el reparto equilibrado que se persigue. En los movimientos de intercambio de qi con el cielo y la tierra es muy conveniente incorporar la visualización como medio de lograr un mayor provecho del ejercicio.