top of page

¿Qué es Qigong?

 

 

La traducción literal de Qigong es “trabajo con la fuerza vital”. Qigong es un arte curativo, una forma de cultivar la salud física, emocional y espiritual. El Qigong es una parte de la Medicina Tradicional China y fue descrito en detalle por primera vez en un antiguo texto médico chino, llamado "El Canon Interno del Emperador Amarillo" que ha sido considerado como la fuente fundamental de la medicina china durante más de dos mil años y que aún hoy sigue usándose. Libros de medicina china posteriores publicados en la antigüedad también revelaron con detalle la teoría y la práctica de las técnicas Qigong para el tratamiento de la enfermedad y la mejora de la salud.

 

Existen infinidad de libros, artículos, páginas web, etc. que ofrecen definiciones más o menos extensas, más o menos completas y más o menos acertadas de lo que es Qi Gong. Generalmente son definiciones objetivas y académicamente perfectas a las que yo, poco o nada puedo añadir.  Por eso he decidido ofrecer una definición de lo que es Qi Gong desde los sentimientos que experimento al practicarlo. Se trata, por tanto, de una visión personal y subjetiva pero que considero que también es válida para que los principiantes o simples buscadores de información sobre estas artes milenarias tengan más referencias sobre ellas que la objetiva y fría definición académica.

 

Cualquier profano en el trabajo con la energía que contempla a un practicante de Qi Gong ejecutando sus técnicas, observa que los movimientos se realizan lenta y suavemente.  La primera duda que surge en la mente del observador primerizo es  ¿Cómo pueden llamar ejercicio a esos movimientos lentos y suaves? Y se sigue preguntando ¿Qué beneficio puede aportar al cuerpo una actividad que se ve tan fácil, que apenas conlleva esfuerzo?

 

Los occidentales asociamos ejercicio con esfuerzo físico de modo que cuanto más nos cansemos, más sudemos o más nos duelan las articulaciones, más satisfechos nos sentimos con el ejercicio realizado. En Qi Gong, aunque se ejecutan movimientos y posturas, es muy raro que un practicante llegue a sudar o a cansarse porque Qi Gong  no es ejercicio en el sentido occidental del término, sino un trabajo con la energía que fluye por nuestro cuerpo y para que ese trabajo sea eficaz es preciso que el cuerpo esté relajado y la mente concentrada y en calma. Cuando el practicante de Qi gong o Tai chi finaliza su entrenamiento no siente cansancio o dolor, sino todo lo contrario, es como si acabase de recibir una ducha revitalizante.

 

 

 El estudiante de Qi Gong o Tai Chi  ejecuta suave y lentamente sus movimientos, concentrando totalmente su atención en cada rotación de sus articulaciones, en cada pequeño gesto de sus manos, de sus muñecas, de sus hombros, de su cintura; experimentando en su cuerpo los conceptos de lleno y vacío, pesado y liviano. Totalmente consciente de su verticalidad, de la alineación de su esqueleto y de su espina dorsal. Llenando de aire sus pulmones y vaciándolos al compás de los movimientos que contraen, estiran y relajan sus tendones. Abre con la intención mental los caminos por los que circula la energía que recorre su cuerpo. Late al ritmo del Universo, inhalación y exhalación,  contracción y expansión. El estudiante finaliza la forma y permanece inmóvil, relajado, con las manos descansando unos centímetros por debajo del ombligo y una semi-sonrisa dibujada en el rostro.

 

 

Al ver su inmovilidad, el desconocedor de esta ciencia del movimiento puede dudar de que el ejercicio contemplado haya servido para algo. Sin embargo el practicante de Qi Gong, en su quietud, está notando la suave pulsación de la energía en cada parte del cuerpo. Siente sus pies sólidamente adheridos al suelo que le sirve de soporte y que le conecta con la energía Yin que asciende desde lo más profundo del planeta, al tiempo que su tronco parece flotar en el espacio. Es consciente de que su centro de gravedad, su dan tien, es un punto en el que confluyen la energía yin que asciende de la tierra y la energía Yang que desciende del cielo. Respira relajadamente, sin agitación, igual que lo ha estado haciendo cuando se movía.

 

Durante ese tiempo sus pulmones han estado funcionando al máximo de capacidad de manera natural, sin estrés, lo que ha hecho que todas las células de su cuerpo hayan recibido un considerable aporte de oxígeno y que haya disminuido la frecuencia de su latido cardíaco, pero no la capacidad de bombeo de sangre que, en realidad, se ha incrementado.

 

Articulaciones y tendones se han ejercitado pero ha sido un trabajo suave, consciente, mimando esas partes del cuerpo que lo hacen más elástico y flexible. Y todo el provecho obtenido apenas le ha supuesto gasto energético porque su corazón ha latido acompasado y despacio, su respiración ha sido profunda y relajada y sus músculos han hecho un esfuerzo pequeño y controlado. No ha malgastado ni dispersado energía, sino que ha recargado sus depósitos de energía con un Qi renovado y fresco, listo para ser usado.

 

Esto es lo que yo entiendo y siento cuando hablo de Qi Gong.

bottom of page